Por Loida Sánchez
Ante la
crisis política que actualmente vive el país más pobre de América que ha
derivado en violentas protestas callejeras, el primer ministro de Haití,
Laurent Lamothe, anunció ayer su renuncia.
El
Gobierno haitiano espera calmar la tensión en las calles que desde hace semanas
los manifestantes piden la salida de Lamothe, pero también la del presidente
Michell Martelly, a quienes han acusado de encabezar un Gobierno corrupto.
Lamothe explicó mediante un mensaje televisivo “si esto puede de
verdad desbloquear la crisis política, he decidido presentar esta noche al
presidente [Michel] Martelly mi dimisión a la jefatura del Gobierno, así como
la dimisión de todos los ministros”,
A lo que
añadió que esperaba “de todo corazón que el trabajo notable de mi Gobierno no
se pierda”, según él, su acción permitió reducir la pobreza y la criminalidad.
En
cambio, el senador opositor Francisco Del a Cruz dijo que “la salida del primer
ministro es una señal positiva, la crisis puede resolverse en una semana, pero
hace falta la buena voluntad de los actores políticos”, y sugirió la puesta en
marcha de un gobierno de consenso para organizar las próximas elecciones.
Desde hace varias semanas, la oposición se manifestaba sin
descanso para reclamar la salida del jefe de Gobierno, amigo personal del
presidente Martelly, cuya renuncia es reclamada del mismo modo por otros grupos
políticos.
La
Comisión Consultiva presiono a Martelly para que pidiera la dimisión de
Lamothe, además de solicitar la liberación de los «presos políticos» y que los
senadores sancionen la ley electoral para facilitar la celebración de
elecciones en el país.
La situación
de Martelly lleva más de tres años sin convocar elecciones, por lo que la
oposición lo acusa de querer aferrarse al cargo para instaurar una dictadura en
Haití.
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