Por Redacción Partealta
SANTO
DOMINGO.-El próximo martes los jueces de la Tercera Sala Penal de la Corte de
Apelación del Distrito Nacional se proponen conocer un recurso interpuesto por el
joven Holguín Medina con el fin de obtener su libertad.
El joven
nativo de Gualey fue quien imágenes muestran hace un mes al momento de detonar un
objeto explosivo e incendiario en un vagón
de la Línea Dos del Metro de Santo Domingo abarrotado de pasajeros, 35 resultaron
con heridas y uno se encuentra recluido luchando por su vida.
El recurso
fue interpuesto por el imputado a través de su abogado, Raúl Hamburgo, alegando
que su cliente tiene suficiente arraigo que puede justificar la revocación de
la prisión dictada en su contra, además de que el mismo padece de problemas
mentales.
Sin embargo medios
electrónicos como Almomento.net del periodista Saúl Pimentel, cuestionan que a
más de un mes después del ataque, las autoridades mantienen hermético silencio.
Señala que debido
a ello, han sido formuladas dos hipótesis: 1) Que los organismos de
investigación e inteligencia del Estado son sumamente deficientes, ó 2) Que las
autoridades quieren proteger a los autores intelectuales de este escandaloso
hecho y están dando pié al “olvido colectivo”.
Hace poco este
circuló la versión noticiosa de que este caso se ha complicado porque el joven
acusado de este hecho, Franck Kelin Holguín Medina, de 21 años, ha confesado
que lo cometió por encargo de un dirigente choferil.
Personas
allegadas a este dirigente habrían embaucado al joven ofreciéndole un millón y
medio de pesos así como protección jurídica.
Y que el
propósito del ataque, cometido con una sustancia inflamable y explosiva,
habría sido desacreditar al Metro, poniendo en entredicho su seguridad, de
acuerdo a una fuente del DNI, organismo que tiene a su cargo las indagatorias.
La familia
de Frank Kelin Holguìn Medina vive en el paupérrimo barrio de Gualey, en la
parte alta de Santo Domingo.
Al momento
de su entrega, el 29 de octubre último, éste declaró a los periodistas que
había sido hasta un mes antes, estudiante de Derecho de la Universidad Autónoma
de Santo Domingo (UASD).
Sin embargo,
de acuerdo a la versión de las autoridades, el joven entró “en un estado
depresivo” e incluso “intentó suicidarse” en una celda.
Trascendió
que este último ha revelado que antes del 27 de octubre, cuando fue cometido el
atentado, se reunió con “emisarios” del citado dirigente choferil en una de las
instalaciones del Metro.
Las
autoridades han guardado un hermético silencio respecto a este caso, a pesar de
que distintas voces de la sociedad han reclamado una explicación convincente.
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