Por: Xiomara De La Rosa
SANTO DOMINGO.- Domingo Ernesto Pichardo
Vicioso (Mochín), siempre
será recordado con alegría y orgullo por todo el país.
Nació el 8
de noviembre de 1924, hijo de una familia deportista, fue árbitro oficial,
además un fiel colaborador de las pequeñas ligas y de las actividades donde
participaban los niños.
Gano 11
campeonatos nacionales y seis serie del Caribe con el Licey. Pichardo ha sido
el dirigente del béisbol de invierno más famoso del país, a partir de la
segunda etapa de la Serie del Caribe.
El
veterano dirigente, quien se mantuvo 25 años como presidente de los felinos,
tuvo la destreza de conformar equipos que le dieron grandes triunfos a la gran
fanaticada que le sigue.
Durante su
gestión al frente de los Tigres logró realizar buenas relaciones, con
ejecutivos de los equipos de grandes liga, en especial con los Dodgers de los
Ángeles, Cardenales de San Luis y los Atléticos de Oakland, entre otros.
Además de los dirigentes de los Dodgers,
Pichardo se convirtió en el gran anfitrión de todos los ejecutivos de equipos
de grandes ligas que visitaban al país, debido a su trato y las facilidades que
le brindaba.
Pichardo ocupó la presidencia de los Tigres en
la campaña de 1963-64, donde además se desempeñó como gerente general, más de
25 años, logrando resonantes triunfos.
Su gran éxito como ejecutivo se debió al trato
que les brindó a los jugadores nativos e importados, que lograba que dieran el
máximo en el terreno de juego.
Sus
mayores éxitos los conquisto en las décadas del 70 y 80, donde el Licey mantuvo
el dominio sobre los demás combinados.
Al frente
del Licey conquistó seis series del Caribe: 1971-1973-1974-1980-1985 y 1991.
Pichardo se convirtió en el dirigente más exitoso del área, siendo una fuente
de consulta para los presidentes de los equipos de
Venezuela,
Puerto Rico y México.
Fue
exaltado al pabellón de la fama del deporte dominicano en la ceremonia del
1988, como destacado jugador de tenis de mesa.
La noticia
de su fallecimiento corrió como pólvora en la ciudad capital, debido al carisma
y respeto que se ganó Mochín, como dirigente deportivo.
El veterano
dirigente deportivo falleció en la madrugada del lunes en Miami, luego de un
largo quebranto de salud.
A la hora
de su muerte tenía en su cama a su hijo Domingo Ernesto, José Andrés y Ricardo,
ya que su esposa doña Mirtha Peña, se quedó en su hogar por recomendaciones de
su médico de cabeza.
FUENTE:
Domingo Pacheco, Asesor Deportivo.
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