Por: Roberto Valenzuela
El ministro de Medio
Ambiente, Bautista Rojas Gómez (Bauta), fue a “solucionar” un problema a San
Cristóbal, pero demostró más ínfulas de poder que el alcalde del municipio,
Raúl Mondesí, pese a que éste último ha institucionalizado el desorden.
Esta provincia de
gente noble, progresista, trabajadora no merece el comportamiento ni de uno ni
del otro. Estos se enfrentaron como simples vándalos en una pelea callejera.Y
así no se manejan los asuntos de Estado.
Bauta se pasó de la
raya cuando amenazó al expelotero con quitarlo del puesto, olvidando que es un
funcionario electo por el pueblo. Mondesí respondió que “si quería
terror, en San Cristóbal habrá terror…”.
Y que conste que
Mondesí fue diputado y Bautista senador. Se supone que ambos conocen el camino
de la institucionalidad y el cumplimiento de las leyes. Aunque estuve en el
Congreso como reportero nunca observé que sometieran un proyecto de importancia
para el país.
Parte del conflicto es
que el cementerio municipal resulta pequeño y la alcaldía lo quiere ampliar,
utilizando unos terrenos que están bajo la protección de Medio Ambiente. Rojas
Gómez respondió a Mondesí que para “coger esos terrenos me tienen que matar”.
Aunque reprochamos el
comportamiento de Bauta y Mondesí, reconocemos el trabajo de las brigadas de
Obras Públicas y la Armada Dominicana, reparando las vías de acceso al
vertedero y recogiendo basura.
San Cristóbal merece
otro destino, pero sin Mondesí. Se debe utilizar el camino institucional del
juicio político para que sea destituido. Y si la Sala Capitular no asume su
papel histórico frente al pueblo que la eligió, entonces hay que acudir a los
tribunales para que el expelotero responda por la acusación de corrupción
e incapacidad para hacer un gobierno municipal eficiente.
“Fadulada”
La inoportuna ofensa
de José Ramón Fadul a Amnistía Internacional es una “fadulada” (un
absurdo) de los tantos que nos tiene acostumbrado el ministro de Interior
y Policía.
Fadul dijo que
Amnistía criticaba la violación de los Derechos Humanos de los
haitianos para hacer daño al turismo dominicano.
“Amnistía es un
organismo con intereses particulares, dirigido por mexicanos que quieren
arrastrar el país para que no haya un turismo exitoso y se vayan a México, a la
Riviera Maya, donde ahorcan gente en las calles”, indicó.
Reiteró que no habrá
prórroga de la Ley de Naturalización y que en 15 días dará a conocer el
número de extranjeros que se inscribieron y que califican para regularizar su
estatus en el país. Negó que el Plan de Regularización haya fracasado, como
denunció Amnistía, y dijo que “los que fracasaron son entidades como esas, que
no han ayudado a los haitianos”.
Fadul es un
dirigente político dizque “atípico” (deslenguado, agrego yo),
que además de ser ineficiente en su función pública, es capaz de decir
cualquier disparatada, aunque el tema sea lo más delicado y perjudique el país.
Ante esa afrenta, el Gobierno Dominicano se debe disculpar con Amnistía, una de
las entidades más prestigiosas, cuando se trata de defender los Derechos
Humanos de los más débiles en el mundo.
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