Por Loida Sànchez
SANTO DOMINGO.-Esta semana en la que conmemoramos la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, la ocasión es propicia para que los dominicanos hagamos un alto y meditemos de manera muy personal y partir de nosotros mismos reflexiones sobre la necesidad de recuperar los valores esenciales que continúan deteriorándose de manera progresiva.
La familia dominicana debe recuperar la paz y el sosiego y para ello es necesario que emprendamos una búsqueda sincera de Dios, por lo que consideramos que esta semana es buen tiempo para ello.
En este sentido les pedimos a todas las iglesias y al pueblo en general que tomen tiempo para la oración, que se integren a actividades de carácter espiritual y que concentren su atención en la necesidad que tenemos todos los dominicanos de mejorar la vida humana en todos los sentidos.
SOMOS UNA COMUNIDAD PARA CURAR HERIDAS Y SALVAR VIDAS
Todos debemos aprovechar esta semana para en espíritu de solidaridad y esperanza comprometernos con la promoción de alternativas de vida, que sobrepujen las polarizaciones políticas para que no se genere más división en nuestra sociedad, sino que hagamos prevalecer la tolerancia y la bondad sobre la base de una palabra de fe que cure corazones desgarrados y dé palabras de aliento a los abatidos.
CODUE hace un llamado para que las iglesias cristianas tomen tiempo de oración y reflexión para que Dios nos dirija a implementar herramientas de apoyo, como la consejería y el acompañamiento a las personas que, como resultado de la frustración y falta de alternativas, están tomando decisiones desafortunadas contra sus propias vidas y desatando acciones violentas contra los demás.
Estamos ante un problema de baja estima colectiva como consecuencias de las ofertas políticas incumplidas, de las promesas fallidas, de la carencia de oportunidades para la realización personal. Todo esto ha creado un grave estado de depresión, de baja valoración que ha arrastrado a mucha gente al abandono de sí mismas y hasta al suicidio.
Creemos que nuestra sociedad reclama respuesta integrales, fortalecimiento de los valores y acciones que toquen la propia realidad de la existencia humana y no meros paliativos incapaces de producir cambios.
Las iglesias como centros promotores de esperanza y cambio humanos deben activarse, por lo que estamos planificando una gran convocatoria de los profesionales de la salud evangélica para articular mejor la respuesta que en el campo de la salud mental estamos dando desde nuestras iglesias, y la que sabemos estamos urgidos de fortalecer.
Pedimos a todas las iglesias que desarrollen campanas con charlas asistidas por profesionales cristianos de la salud mental, para que las personas reciban apoyo oportuno a su deteriorado estado emocional.
Reclamamos de los candidatos la exposición de propuesta encaminadas a enfrentar los ofensivos niveles de pobreza en que vive la mayoría de dominicanos, pues esperamos que el estado de miseria y abandono en que viven los dominicanos no siga siendo aprovechado por los políticos para a engañarlos y manipularlos con actividades demagógicas y clientelistas.
No hay comentarios: